La endodoncia dental es un tratamiento conocido por mucha gente como «matar el nervio». Se trata de un tratamiento que consiste en eliminar la parte de dentro del diente cuando se encuentra dañada. Una vez sustraída la parte infectada, se limpia bien por dentro y se rellena con un material especial.

En la mayoría de los casos, la endodoncia se realiza para deshacerse de un dolor de muelas o de un dolor causado por una lesión en el diente.Si no se detecta y trata a tiempo, es posible que la infección se extienda a otras partes del cuerpo.

El endodoncista utiliza herramientas especiales para eliminar todos los restos de tejido pulpar del interior del diente, de modo que no queden bacterias. A continuación, rellena el diente con una herramienta determinada, que se expande cuando se calienta con el calor de una fuente de luz llamada lámpara de endodoncia. Esta técnica permite que haya más espacio para que los nervios y los vasos sanguíneos crezcan en nuevas zonas de la mandíbula, donde podrán soportar futuros implantes de raíz sin causar más daño del necesario, al tiempo que se les da tiempo para sanar antes de que se expongan a nuevas cirugías más adelante (normalmente entre 1 y 3 meses después de que se haya completado el tratamiento inicial).

Preparación para llevar a cabo la endodoncia

Lo primero que debes hacer cuando sientes molestias en la boca o dolor, es acudir a un especialista para llevar a cabo una revisión. Independientemente de que las molestias sean leves.

El dentista llevará a cabo las revisiones que sean necesarias y te aconsejará para tomar la decisión más adecuada para tu caso concreto. Es muy importante, que antes de someterte a cualquier operación de este tipo, conozcas bien los riesgos que se encuentran asociados como puede ser la pérdida del diente o daño en el nervio.

Cuidados tras la endodoncia

Es muy común que una vez realizada la intervención sientas algún tipo de molestia o inflamación. Seguramente, tu dentista te recetará algún fármaco que te ayude a aliviar esos síntomas, como por ejemplo antiinflamatorios.
Por norma general, tras el proceso es necesario llevar a cabo una serie de radiografías para comprobar que el resultado es el esperado y que todo ha salido a la perfección.
Será posible hacer vida normal desde el día siguiente a la realización de la endodoncia, aunque sí que es recomendable, no masticar alimentos duros con esa zona hasta que no pasen al menos un par de días.

Soluciones alternativas a una endodoncia

Hoy en día no es posible encontrar una solución alternativa a las endodoncias. Lo único que se puede hacer en este caso sería eliminar el diente infectado y sustituirlo por un implante. Esta opción no se suele recomendar, ya que estarías perdiendo uno de tus dientes y según los avances de la tecnología, es posible que en un futuro surjan tratamientos para regenerar la parte interna de los dientes.

Existen una serie de pautas que nos ayuden a evitar someternos a este tratamiento :

Cepillado de dientes mínimo dos veces al día
Usar hilo dental para eliminar los restos que se acumulan en zonas a las que el cepillo no puede acceder.
Utiliza pasta de dientes que contenga flúor
Utiliza enjuague bucal con frecuencia
Evita las bebidas ácidas
Utiliza protectores dentales en caso de padecer bruxismo
Evita el consumo de alimentos duros

Mantener una buena higiene bucal te ayudará a mantener tu boca sana y a evitar tener que someterte a este tipo de intervenciones. Si sufres dolores o molestias, no dudes en ponerte en contacto con un dentista o especialista y realizar una revisión.
¡Ponte en contacto con nosotros y deja tu boca en manos de profesionales!