Los empastes dentales son uno de los tratamientos más usados para acabar con las caries. Se suelen llevar a cabo en la fase inicial de la aparición de las caries y consiste en eliminar aquella parte del diente que está dañada para luego rellenarla con un material especial.
Las caries afectan a las piezas dentales creando huecos o cavidades en ellos. Suelen salir por acción de bacterias que aparecen debido a restos de comida o azúcar que se han quedado en la dentadura. A medida que la infección va aumentando comenzarán a surgir dolor, molestias, sensibilidad, manchas o agujeros. Los dentistas son capaces de detectar las caries de un vistazo.
Los empastes serán de utilidad cuando esta infección se detecta a tiempo.
¿Cómo se realiza un empaste?
Para llevar a cabo un empaste correctamente, es necesario seguir una serie de pasos, que son los siguientes:
- Anestesia local: Para poder llevar a cabo este tratamiento correctamente es recomendable llevar a cabo una anestesia de la zona a tratar para evitar que el paciente sufra ningún tipo de dolor o molestia. Existe mucha gente que acude a la consulta del dentista verdaderamente nerviosa, por lo que la anestesia les ayudará a calmarse.
- Aislamiento de la pieza dental afectada: Es aconsejable para evitar que la saliva interrumpa y moleste durante la eliminación de la caries y el dentista podrá trabajar mucho mejor.
- Limpieza de tejido cariado: Eliminar la placa bacteriana que se haya acumulado en el diente. Esto puede hacerse con una solución antibacteriana o raspando la superficie del diente con un escalpelo.
- Rellenado, sellado u obturación: Una vez limpiado correctamente el diente, se pasa a rellenar los huecos con un material especial. Es posible que este proceso deba repetirse varias veces hasta que quede perfecto.
- Pulido : Una vez finalizado el empaste, el dentista deberá pulirlo para que la pieza encaje correctamente a la hora de morder o actuar con normalidad.
¿Qué hacer si sigue doliendo tras el empaste?
En muchas ocasiones las caries llegan a traspasar la dentina y tras realizar el empaste el paciente sigue notando ciertas molestias o dolor. En esos casos, será necesario llevar a cabo una revisión para valorar si sería necesario otro tratamiento.
Por norma general la realización de un empaste no supone ninguna alteración en cuanto a la sensibilidad dental en esa zona, pero si la reparación ha sido muy grande, es posible que en determinadas ocasiones surja algún tipo de sensibilidad al frío, calor o presión, pero con el tiempo acabará desapareciendo.
¿De qué está hecho el material de los empastes?
Antiguamente para llevar a cabo este tipo de intervenciones se utilizaban materiales de amalgama de plata, los cuales tenían una larga duración, pero sus consecuencias estéticas negativas hicieron que se acabarán sustituyendo.
Actualmente se utiliza un material llamado composite, que presenta el mismo color que el diente haciendo que estéticamente no se note. A pesar de que su duración es menor, con llevar a cabo revisiones periódicas para reemplazar aquellos que presenten daños será suficiente.
Si crees que puedes tener una caries o sospechas que necesitas algún empaste, recuerda que detectarlo a tiempo es la clave para que los resultados sean los óptimos y para evitar cualquier tipo de dolor o molestia que puedas tener.
En clínica dental B&J contamos con un maravilloso grupo de expertos en la realización de tratamientos dentales que te asegurarán los mejores resultados sin el más mínimo dolor o molestia. Además de empastes, disponemos de todo tipo de servicios adaptados a tus necesidades y requerimientos. No dudes en ponerte en contacto con nosotros y contarnos tu situación, nosotros nos encargamos de todo.